Vale felicitar a la CAF por destinar recursos para una exposición sobre arquitectura, esto es algo poco común en nuestro medio.
Lo que no sale de lo común es que por falta de ideas se desperdicien estos recursos en exposiciones que se limitan a recopilar un poco de todo y llamarle una exposición "con curaduría."
Es de alguna manera un claro reflejo de la desastrosa situación por la que atraviesa la arquitectura boliviana desde ya casi una década.
Una arquitectura boliviana pobre en ideas y arquitectos incapaces de responder a las excepcionales condiciones que se han generado en el contexto económico / financiero con créditos baratos y todo este “boom” por construir.
La también pobre en ideas sociedad boliviana (por mal educada), que solo tiene como referencias por una parte este tipo de exposiciones - que son más que nada reuniones sociales - y por otra parte a las publicaciones (en internet y en periódicos) que quieren sacarle provecho a la aparición de tanto edificio y se tildan de vanguardistas o de estilo, cuando en realidad quedan sumidas en lo más profundo de la mediocridad, se jactan de recibir miles de visitas publicando cualquier adefesio que surge de la tierra resaltando como su máxima cualidad la cantidad de pisos que tiene - el más alto es el mejor! Hasta ahí llega la capacidad crítica de hoy.
Se espera que una muestra de arquitectura hoy en día en lugar de ser solo una excusa para consumir canapés y vino de mesa, más bien contribuya a mejorar la discusión disciplinar y a tender un puente entre los arquitectos y una sociedad que cada día tiene menos conocimiento de los derechos que tiene a consumir una buena arquitectura.
La única fortaleza en una exposición por demás débil, la presencia del equipo G/CdR, que expone un manifiesto + un proyecto + una obra construida con muy alta factura.
Lo que no sale de lo común es que por falta de ideas se desperdicien estos recursos en exposiciones que se limitan a recopilar un poco de todo y llamarle una exposición "con curaduría."
Es de alguna manera un claro reflejo de la desastrosa situación por la que atraviesa la arquitectura boliviana desde ya casi una década.
Una arquitectura boliviana pobre en ideas y arquitectos incapaces de responder a las excepcionales condiciones que se han generado en el contexto económico / financiero con créditos baratos y todo este “boom” por construir.
La también pobre en ideas sociedad boliviana (por mal educada), que solo tiene como referencias por una parte este tipo de exposiciones - que son más que nada reuniones sociales - y por otra parte a las publicaciones (en internet y en periódicos) que quieren sacarle provecho a la aparición de tanto edificio y se tildan de vanguardistas o de estilo, cuando en realidad quedan sumidas en lo más profundo de la mediocridad, se jactan de recibir miles de visitas publicando cualquier adefesio que surge de la tierra resaltando como su máxima cualidad la cantidad de pisos que tiene - el más alto es el mejor! Hasta ahí llega la capacidad crítica de hoy.
Se espera que una muestra de arquitectura hoy en día en lugar de ser solo una excusa para consumir canapés y vino de mesa, más bien contribuya a mejorar la discusión disciplinar y a tender un puente entre los arquitectos y una sociedad que cada día tiene menos conocimiento de los derechos que tiene a consumir una buena arquitectura.
La única fortaleza en una exposición por demás débil, la presencia del equipo G/CdR, que expone un manifiesto + un proyecto + una obra construida con muy alta factura.