En un intento por contribuir a la precisión de ideas y términos – NO EXISTE TRANPORTE PUBLICO EN BOLIVIA!
El transporte público es un servicio brindado por el estado, a bajo costo, para la mayoría de la población.
Explico mejor:
A partir de los experimentos económicos implementados por los políticos en 1985, el 99% del transporte de pasajeros en Bolivia es privado.
El estado libera(liza) el servicio de transporte, y a partir de ese momento, yo, tu, el, ó toda persona que dispone de un vehículo motorizado, puede, asociarse con sus amigos en un sindicato y/o arriesgarse a competir con estos sindicatos y hacerlo solo y ganarse la vida con el negocio del transporte de personas.
Han existido unos tímidos intentos de implementar modos de transporte “publico” por parte de algunos municipios, pero como la mayoría de las empresas manejadas por el estado boliviano, estos intentos han fracasado rotundamente, por ineficientes y e ineficaces.
Actualmente el transporte de personas es uno de los NEGOCIOS PRIVADOS más lucrativos y que crece desmedidamente sin retribuir proporcionalmente al estado.
Este negocio, utiliza el espacio público que pertenece a todos, para lucrar.
Este negocio, ocupa y deteriora las vías, contamina el aire y se moviliza por las ciudades sin respetar las normas de transito que los demás respetamos.
Los dirigentes de estos negocios cuando así lo desean pueden paralizar nuestras ciudades, cuestionando quien en realidad gobierna, las leyes? La población? Las autoridades democráticamente elegidas? >>>>>> NOT!
El transporte público de verdad, es un SISTEMA.
Este sistema requiere de:
1. Modos de transporte (bus, tren, bote, etc.)
2. Infraestructura (las vías y las estaciones)
3. El ente administrativo (personas + mecanismos de control y operación)
No es tan complicado - es mas - es tan simple, que ciudades del “pobre 3er. Mundo” en la vecindad, han sido capaces de implementar sistemas de transporte público con éxito.
En Bogotá, el conocidísimo “Trans-milenio”, en Quito el BRT, en Curitiba el RIT, son ejemplos de ciudades que se han puesto los pantalones. Y sus autoridades, la población y los transportistas se han dado cuenta de que pueden vivir mejor.
Primero los transportistas ;)
Los transportistas de estas ciudades han dejado atrás los obsoletos e ineficientes mini buses, para conformar corporaciones eficientes, transparentes y efectivas, que son administradas por ellos mismos, es decir esta población de sindicatos donde antes jalaba cada uno por su lado, ahora tienen una misma misión y visión, tienen una fuente de trabajo segura, beneficios sociales, seguro contra accidentes, seguro medico, y condiciones de trabajo idóneas en las cuales hasta tienen la posibilidad de crecer como personas, adquiriendo nuevas capacidades en rubros como la gestión empresarial, publicidad, marketing, mecánica, etc. Con horarios decentes, alguien podría decir… mejores condiciones de vida.
Segundo la infraestructura y los modos de transporte:
Los buses, con capacidades de más de 100 personas a la vez son costosos, pero el sistema en funcionamiento los paga en 1-2 por 3! – Además parte de la flota existente se mantiene para ser parte de la red de apoyo donde los buses grandes no llegan. Pero son más limpios, funcionan con combustible ecológico (ese gas natural - que dice que nos sobra), tienen un mantenimiento periódico, medidas de seguridad, velocidad controlada, etc.
Un carril exclusivo en la ciudad, organiza el tráfico vehicular, se construyen estaciones (paradas) que funcionan para discapacitados, están iluminadas, cuentan con cámaras de seguridad y podrían hasta ser diseñadas para embellecer la ciudad.
Tercero, el ente administrativo:
El chofer no toca dinero, estamos en la era de la tarjeta magnética pre-pagada disponible en miles de tienditas, en la era de entes fiduciarios más eficientes en la administración del dinero que el estado o los sindicatos, en la era del control social, en la era de empresas que aportan al estado, contribuyen al desarrollo del país, en la era de operar de una manera más sofisticada, por el bien de todos.
Este nuevo siglo nos brinda estas oportunidades, tenemos la oportunidad de contar por primera vez en décadas con un VERDADERO TRANSPORTE PUBLICO, población, profesionales, autoridades, de una vez apoyemos este tipo de progreso, basta de negocios sucios!
El transporte público es un servicio brindado por el estado, a bajo costo, para la mayoría de la población.
Explico mejor:
A partir de los experimentos económicos implementados por los políticos en 1985, el 99% del transporte de pasajeros en Bolivia es privado.
El estado libera(liza) el servicio de transporte, y a partir de ese momento, yo, tu, el, ó toda persona que dispone de un vehículo motorizado, puede, asociarse con sus amigos en un sindicato y/o arriesgarse a competir con estos sindicatos y hacerlo solo y ganarse la vida con el negocio del transporte de personas.
Han existido unos tímidos intentos de implementar modos de transporte “publico” por parte de algunos municipios, pero como la mayoría de las empresas manejadas por el estado boliviano, estos intentos han fracasado rotundamente, por ineficientes y e ineficaces.
Actualmente el transporte de personas es uno de los NEGOCIOS PRIVADOS más lucrativos y que crece desmedidamente sin retribuir proporcionalmente al estado.
Este negocio, utiliza el espacio público que pertenece a todos, para lucrar.
Este negocio, ocupa y deteriora las vías, contamina el aire y se moviliza por las ciudades sin respetar las normas de transito que los demás respetamos.
Los dirigentes de estos negocios cuando así lo desean pueden paralizar nuestras ciudades, cuestionando quien en realidad gobierna, las leyes? La población? Las autoridades democráticamente elegidas? >>>>>> NOT!
El transporte público de verdad, es un SISTEMA.
Este sistema requiere de:
1. Modos de transporte (bus, tren, bote, etc.)
2. Infraestructura (las vías y las estaciones)
3. El ente administrativo (personas + mecanismos de control y operación)
No es tan complicado - es mas - es tan simple, que ciudades del “pobre 3er. Mundo” en la vecindad, han sido capaces de implementar sistemas de transporte público con éxito.
En Bogotá, el conocidísimo “Trans-milenio”, en Quito el BRT, en Curitiba el RIT, son ejemplos de ciudades que se han puesto los pantalones. Y sus autoridades, la población y los transportistas se han dado cuenta de que pueden vivir mejor.
Primero los transportistas ;)
Los transportistas de estas ciudades han dejado atrás los obsoletos e ineficientes mini buses, para conformar corporaciones eficientes, transparentes y efectivas, que son administradas por ellos mismos, es decir esta población de sindicatos donde antes jalaba cada uno por su lado, ahora tienen una misma misión y visión, tienen una fuente de trabajo segura, beneficios sociales, seguro contra accidentes, seguro medico, y condiciones de trabajo idóneas en las cuales hasta tienen la posibilidad de crecer como personas, adquiriendo nuevas capacidades en rubros como la gestión empresarial, publicidad, marketing, mecánica, etc. Con horarios decentes, alguien podría decir… mejores condiciones de vida.
Segundo la infraestructura y los modos de transporte:
Los buses, con capacidades de más de 100 personas a la vez son costosos, pero el sistema en funcionamiento los paga en 1-2 por 3! – Además parte de la flota existente se mantiene para ser parte de la red de apoyo donde los buses grandes no llegan. Pero son más limpios, funcionan con combustible ecológico (ese gas natural - que dice que nos sobra), tienen un mantenimiento periódico, medidas de seguridad, velocidad controlada, etc.
Un carril exclusivo en la ciudad, organiza el tráfico vehicular, se construyen estaciones (paradas) que funcionan para discapacitados, están iluminadas, cuentan con cámaras de seguridad y podrían hasta ser diseñadas para embellecer la ciudad.
Tercero, el ente administrativo:
El chofer no toca dinero, estamos en la era de la tarjeta magnética pre-pagada disponible en miles de tienditas, en la era de entes fiduciarios más eficientes en la administración del dinero que el estado o los sindicatos, en la era del control social, en la era de empresas que aportan al estado, contribuyen al desarrollo del país, en la era de operar de una manera más sofisticada, por el bien de todos.
Este nuevo siglo nos brinda estas oportunidades, tenemos la oportunidad de contar por primera vez en décadas con un VERDADERO TRANSPORTE PUBLICO, población, profesionales, autoridades, de una vez apoyemos este tipo de progreso, basta de negocios sucios!